Esa zona sería la entrada principal al recinto de la Exposición. Aníbal González, que era el arquitecto jefe de la muestra, estuvo planteando diversas opciones para ese entorno desde 1911.2
En 1925 presentó al Comité de la Exposición el proyecto de un gran arco neoplateresco. No obstante, Aníbal González dimite y Vicente Traver se hará cargo de las obras en 1927, planteando un gran cercado de hierro semielíptico y, en el centro, una estructura con tres arcos.2