La procesión del Rocío es un poema sinfónico compuesto en 1912 y estrenado un año más tarde con gran éxito en Madrid, lo que le abrió las puertas para su retorno coincidiendo con el estallido de la Gran Guerra en 1914. La obra evoca una de las fiestas más conocidas de Andalucía y Sevilla, en la que la imagen de la Virgen es conducida por un carro con bueyes. El autor consigue transmitirnos el ambiente festivo y devocional de la procesión, desde la alegría de sus danzas espontáneas al fervor religioso, utilizando una gran paleta orquestal de colores brillantes y fastuosos.